A ver, ¿Sueles hacer mantenimiento a tu bici de montaña con regularidad? ¿Crees que esto es algo que solo se hace en un taller?
Lo cierto es que, si tenés una bici de montaña, tenés que desarrollar el hábito de hacer mantenimiento regularmente, para esto no hace falta que te armes completamente de herramientas, con estos sencillos consejos básicos podés alargar la vida de tu bici y hacer que funcione a la perfección, haciendo que tus rutas sean seguras.
Estos consejos son sencillos, los podés hacer en casa y no necesitas de un mono de trabajo o de muchas herramientas.
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Limpia tu bici:
La limpieza constante de tu bici de montaña. Realmente es una tarea muy fácil mantenerla limpia, y con este hábito garantizaras alargar la vida útil de los componentes de tu bici, como por ejemplo los retenes.
Lo más recomendable para las limpiezas es hacerlo con un chorro de agua con presión suficiente para quitar la suciedad, siempre tomando en cuenta tomar una distancia prudente para que la fuerza del agua no dañe algún componente o humedezca puntos de la bici que no deberían tener humedad, pues provocaría corrosión o mal funcionamiento.
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Conserva una buena lubricación
Después de la limpieza, es recomendable secar muy bien tu bici de montaña y lubricar todos los puntos que necesitan ser lubricados.
En la cadena, debes girar las bielas mientras colocas el aceite, lo recomendable es que cambies las marchas para que pase por todas las velocidades de transmisión.
También debes engrasar la dirección, los rodamientos y el eje del pedalier; para esto es necesario que tengas conocimientos sobre el mantenimiento de bicis, si no los tenés, podés acudir al taller de confianza.
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Verifica la presión y desgaste de las llantas de tu bici:
Recordá, las ruedas son como los zapatos de tu bici, por eso siempre es importante que estén en excelentes condiciones.
Unas llantas en buenas condiciones marcarán la diferencia en el recorrido de tus rutas, pues te permitirán el agarre necesario en curvas o tramos complicados, siempre que tomes en cuenta la presión de tus ruedas.
Entonces, siempre adecua la presión de tus neumáticos de acuerdo a la ruta que desafíes.
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Repara tus cámaras y rellena el sellador de tus tubeless:
Debes rellenar tus ruedas cada tres meses, dependiendo del uso que le des a tu bici de montaña, y garantizar que tu líquido tubeless no haya perdido propiedades con el tiempo.
En casa antes de salir verifica una a una y coloca parches o rellene en donde encuentres fugas.
Si querés saber más sobre mantenimiento tubeless puedes hacerlo en este post.
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Examina la tornillería
Para esto, lo ideal es que dispongas una llave dinamométrica, ella te permitirá darle el apriete a la tornillería según el manual del fabricante, aunque si tu bici no es de carbono no corres riesgo de apretar a ojo por ciento cada tornillo.
Aunque es muy sencillo es algo que no se le presta mucha atención.
Que tengas una salida segura, depende en muchos casos de ajustar y apretar los tornillos de tu bici, es más común de lo que te imaginas los percances por haberse soltado una pieza de la bici.
Así que no dudes de revisar todos los tornillos:
- Bielas
- Los de los discos
- Ejes de las ruedas
- Dirección
- Manillar
- Basculante
- Manetas de freno y pinzas
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Comprueba el desgaste de la cadena y transmisión
En la medida que evites la acumulación de grasa y suciedad en la transmisión, tendrás una mayor probabilidad de retrasar la sustitución del sistema de transmisión; sin embargo, esto dependerá del uso que le des a tu bici, ya que la cadena puede estirarse debido a los bulones se desgastan.
Revisa cada cierto tiempo el estado de la cadena y toma en cuenta que al medir la cadena entera no sobrepase el 1% de estiramiento; si esto ocurre debes ir pensando en cambiarla.
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Monitorea constantemente el sistema de freno de tu bici de montaña:
Aquí debés:
- Incluir el monitoreo de las pastillas de freno; pensá, cuantas veces frenas en una ruta de enduro; si bien es cierto que cuando pierdes eficiencia en el sistema de frenado aparecen sonidos chirriantes que hacen que te des cuenta que algo va mal, es importante que des un vistazo al estado de tus pastillas.
Este procedimiento es fácil, con soltar un tornillo y verificar que no quede menos de 1mm en las pastillas te asegurarás de no dañar el disco de freno y lo más importante es que te mantendrás a salvo de accidentes.
Si encontrás las pastillas laminadas, puedes solucionarlo pasándolas por papel de lija suavemente para que recuperen su eficiencia.
Los discos no son eternos, dependiendo el uso pueden durar más o menos; si aprecias algún desgaste en la zona donde están las pastillas, debes comprobar el espesor para detectar que no haya llegado a lo mínimo requerido antes de necesitar cambio.
- También debes purgar regularmente tus frenos, según el uso de tu bici y el tipo de freno que tengas, su sistema lubricación requerirá más o menos mantenimiento.
Para esto debes informarte bien y buscar el manual que te oriente el proceso de purgado, sino acude a un taller de especialistas de bicis, para que te ayuden en el ajuste y mantenimiento de tu sistema de freno.
Ahora que ya sabés estos útiles consejos para el mantenimiento de tu bici de montaña, no descuides su cuidado para que puedas tener tu bici por más tiempo y cuidar así posibles accidentes por un mal funcionamiento.