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¿Cómo elegir tus zapatillas de ciclismo?

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El calzado es una importante prenda en el ciclismo. Cualquier fallo en la elección puede conllevar lesiones. Aprende Cómo elegir zapatillas ciclismo aquí.

El ciclismo requiere, como cualquier otra disciplina deportiva, de una cuidadosa elección de los elementos con los que se realiza. El calzado es una de las prendas más importantes a la hora de montar en una bicicleta. Cualquier fallo en la elección conlleva la disminución del rendimiento, en el mejor de los casos. Aprende cómo elegir zapatillas ciclismo con este artículo y evita todas estas complicaciones.

Un calzado inapropiado produce maltratos innecesarios y hasta accidentes, dado que el dolor modifica la mecánica del pedaleo y puede provocar la pérdida del equilibrio.

Aunque el ciclismo se divide en modalidades, a la hora de escoger las zapatillas hay algunas consideraciones que son independientes de la especialidad que se practique.
El calzado del ciclista debe ser muy cómodo y de la talla exacta. Deben ajustarse al pie como una segunda piel y, al mismo tiempo, ofrecer protección contra el roce y la constante presión que ejerce el pie contra los pedales.

Un concepto básico para saber cómo elegir zapatillas ciclismo es que, siendo un deporte de pedaleo, las zapatillas que se usan para otras disciplinas NO son buenas para el ciclismo. Un error común que cometen quienes se inician en el ciclismo es creer que se puede usar cualquier tipo de calzado deportivo, resultando esto en importantes lesiones.

Es fundamental comprar el calzado de ciclismo en una tienda especializada, puesto que el talle no siempre coincide con la de los zapatos comunes. Esto ocurre especialmente con el calzado femenino y, en general, con los talles europeos. Las tablas de conversión suelen ser muy útiles para tomar la decisión apropiada.

Lo importante es que el pie esté cómodo y seguro, muy bien ajustado pero, al mismo tiempo, con la libertad que requiere el movimiento oscilatorio del pedaleo. Si el calzado elegido lleva cordones, hay que asegurarse de que también disponga de un sistema de protección que evite que se enreden. Las consecuencias de ello pueden ser muy graves.